Global Analysis

Más allá del autosostén en la recaudación de fondos para misiones

Pensamiento, estructuras y prácticas para misioneros del Mundo Mayoritario

Kirst Rievan Ago 2023

“¿Han encontrado la manera de incluir más personal del Mundo Mayoritario en su organización?”.

Esta es una pregunta habitual cuando me reúno con otros líderes de organizaciones de misión internacionales.[1]  La mayoría de su personal sigue siendo occidental, a pesar de reconocer desde hace años que es necesaria una mejor representación de la diversidad de la iglesia mundial.

Un obstáculo importante es la falta de un modelo financiero sostenible para el personal del Mundo Mayoritario[2] para el cual el modelo tradicional de recaudación de sostén individual suele ser un reto. Esto plantea la pregunta: ¿Hay formas de hacer que las misiones internacionales sean más sostenibles y además menos dependientes de Occidente?[3]

Recaudación individual de fondos y personal del Mundo Mayoritario

A menudo se menciona a Hudson Taylor (China Inland Mission, 1832-1905) como el padre de las «misiones de fe». Se involucró en las misiones como laico, sin estructuras de apoyo, confiando en Dios para que le proveyera de lo necesario. Se basó en las instrucciones de Jesús a sus discípulos: “No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa» (Lucas 9:3). El movimiento misionero occidental floreció en los siglos XIX y XX siguiendo el modelo de Taylor.[4]

El pragmatismo también puede haber dado lugar a la recaudación individual de fondos. Muchas agencias modernas rompieron inicialmente con las sociedades establecidas y necesitaban un sistema alternativo. En ese contexto, la recaudación individual de fondos funcionó bien.[5]

Los sistemas financieros de la mayoría de las organizaciones de misión son ahora más diversos que en el momento de su fundación. Dado el aumento de los requisitos gubernamentales en muchos países, la mayoría de las misiones cuentan ahora con personal remunerado en la sede central que supervisa las finanzas, recursos humanos, informática, comunicación, etc. La mayoría sigue exigiendo al personal autosostenido que ceda un porcentaje de sus ingresos (a menudo en torno al 10%) para gastos generales. Sin embargo, para muchas, esto no genera financiación suficiente para las estructuras de apoyo necesarias para dirigir una organización eficaz. Muchas organizaciones optan también por recaudar ayudas especiales para sus sedes centrales o tomar un porcentaje de la financiación del ministerio.

Se realizan otros cambios para mitigar los retos que enfrentan los trabajadores de misión: algunas organizaciones distribuyen fondos excedentes del personal con financiación completa a otros que tienen escasez. Otras cuentan con procesos voluntarios para que el personal que está en buena posición ayude a los que tienen dificultades. Sin embargo, en la mayoría de las misiones internacionales, el principio básico es que cada trabajador es responsable de recaudar su propio sostén.

Para el personal del Mundo Mayoritario que trabaja con misiones religiosas internacionales, la recaudación individual de fondos ha resultado ser todo un reto. Una de las principales razones es el diferente contexto económico: sus amigos y familiares viven en una escala económica significativamente inferior a la de sus homólogos occidentales. Por lo tanto, es difícil que las iglesias locales y los amigos apoyen a personas que se unen a una agencia de misión internacional. Solo en países económicamente avanzados como Singapur y Corea del Sur ha sido posible la recaudación individual de fondos. En otros lugares, los misioneros locales tienen dificultades para recaudar fondos y, si lo consiguen, a menudo dependen en gran medida de contactos en el extranjero.

Los factores culturales también son importantes. La mayoría de los creyentes del Mundo Mayoritario pertenecen a culturas comunitarias en las que el grupo es más importante que el individuo. La responsabilidad de confiar en que Dios proveerá pertenece a la organización o a la iglesia, no al individuo.

La falta de visión puede ser otro reto. La recaudación individual de fondos presupone que los creyentes tienen un sentido de responsabilidad por la misión, pero muchos países del Mundo Mayoritario han estado en el extremo receptor de las misiones durante siglos. La idea de que ellos mismos podrían enviar misioneros es relativamente nueva. Sin embargo, países como Corea del Sur, Singapur, Filipinas, Brasil y Nigeria cuentan con movimientos misioneros cada vez más numerosos y de gran impacto.[6] 

Incluso en Occidente, la nueva generación se plantea serias dudas sobre el modelo de autosostén y prefiere que la organización se encargue de la recaudación de fondos. Aún no se han investigado las razones de esta situación, pero uno de los factores podría ser que los millennials y la generación Z suelen estar deseosos de hacer una contribución singular. Su pensamiento puede ser el siguiente: “Si no le cuesto nada a la organización, ¿cómo sé que me necesitan?”.

Base bíblica

Las agencias de misión han escrito mucho sobre la base bíblica de las misiones de fe. No obstante, la Biblia misma no promueve un modelo de financiación específico. Hechos 18:3 nos dice que Pablo era fabricante de tiendas de oficio y lo utilizaba para mantenerse. 1 Timoteo 5:18 muestra que también era práctica común algún tipo de salario. Además, por Filipenses 4:10-20, sabemos que Pablo también recibía ayuda económica de «iglesias enviadoras», y en otros lugares leemos que recaudaba dinero de iglesias recién fundadas.

Desde una perspectiva bíblica, lo importante no parece ser el método, sino la actitud: “Su Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas» (Mateo 6:32b-33).[7]

Aprender de misiones autóctonas

Muchas organizaciones de misión autóctonas del Mundo Mayoritario asumen la responsabilidad de mantener a su personal, y algunas de ellas recaudan fondos en su propio país. Buenos ejemplos de ello son Friends Missionary Prayer Band e Indian Evangelical Mission, que cuentan con más de 50 años de experiencia en la creación de vínculos sólidos con iglesias y personas que oran y dan fielmente. Otras organizaciones autóctonas incluyen los salarios en los presupuestos de sus proyectos, y muchas animan —o al menos permiten— que su personal tenga un negocio paralelo para complementar sus ingresos. ¿Qué podemos aprender de estos modelos de misión autóctonos? En la actualidad existen tres modelos generales de financiación de trabajadores de misión internacionales: 1) autosostén, 2) apoyo organizativo y 3) un híbrido. Cada uno tiene variaciones, fortalezas y debilidades. A continuación, se muestran los más comunes:

ModeloNombre comúnCaracterísticas básicasFuente de ingresosFortalezasDebilidades
Autosostenido“Misión de fe”Los trabajadores de misión obtienen su propio sosténDonaciones de amigos, iglesias, etc.El apoyo de oración acompaña al dinero

Fuerte sentido de propiedad del ministerio de la persona
Funciona principalmente en países económicamente avanzados

Depende de la persona y de su red de contactos
 “Obrero bivocacional” o “los negocios como misión”Los trabajadores de misión obtienen ingresos mediante empleoSueldo de la empresa o del trabajoIntegra al trabajador en la sociedad

No depende de financiación externa
Los negocios a menudo quitan tiempo al ministerio

Los negocios requieren conjuntos de habilidades que muchos trabajadores de misión no tienen
Apoyado institucionalmente“Misión organizacional”Empleado por la agencia de misión enviadoraAgencia de misiónMenor carga financiera para el trabajador de misión

Fuerte lealtad y alineación con la organización
Limita el número de trabajadores a la capacidad de recaudación de fondos

Las misiones internacionales no están equipadas para emplear
 “Misión de la iglesia”Empleado por la iglesia y transferido a la agenciaIglesia o denominaciónMenor carga financiera para el trabajador de misión

Fuerte vínculo con la iglesia enviadora
Burocracia adicional, ya que las iglesias también tienen políticas

Doble lealtad del personal a la iglesia y a la agencia
Híbrido Se fomenta la variedad de fuentes de ingresosCombinaciones de lo anteriorReduce el riesgo

Aumenta la flexibilidad
Difícil de gestionar

Responsabilidad compleja

En general, parece que, para el personal del Mundo Mayoritario, el modelo más difícil es el autosostén por amigos y familiares y, sin embargo, es el que más se utiliza en las organizaciones de misión internacionales. Al reflexionar sobre los modelos autóctonos, propongo que la sostenibilidad financiera de las organizaciones de misión internacionales implica algo más que cambiar el sistema de apoyo individual. Se necesitan cambios en el pensamiento, las estructuras y las prácticas. He aquí algunas reflexiones iniciales:

Pensamiento

  • Dominio de Occidente: el concepto de «Occidente al resto» es tiene bastante preponderancia en lo que respecta a la financiación. Se necesitan líderes visionarios y una nueva narrativa para cambiarlo.
  • Modelos mentales: Hay valores y supuestos relacionados con el modelo de autosostén. El diálogo con otras misiones y las reflexiones misionológicas con el personal pueden ayudar a descubrirlos y cuestionarlos.

Por ejemplo, una organización de misión lleva a cabo talleres sobre modelos mentales con sus líderes en todo el mundo para identificar los valores y supuestos que necesitan ser cuestionados para que crezca la sostenibilidad.

Estructuras

  • Localización: Para que los creyentes locales adquieran un sentido de propiedad (financiera), las oficinas en los países deben tener sus propias juntas directivas, líderes mayoritariamente locales y espacio suficiente para contextualizar la visión de la organización mundial.
  • Desarrollo organizacional: Para ayudar a las oficinas locales a presentarse bien y permitir diferentes flujos de ingresos, a menudo se necesita una formación y un desarrollo significativos de las juntas directivas y los líderes locales.
  • Proyectización: Agrupar las actividades del ministerio en proyectos para presentarlos a los financiadores (locales) puede facilitar y hacer más atractiva la contribución. Los salarios del personal local pueden incluirse en los presupuestos de los proyectos.[8]

Por ejemplo, una oficina nacional en Indonesia adoptó un nombre y una junta directiva locales, sin dejar de ser fiel a la visión mundial de su organización. Algunos de sus proyectos son financiados ahora por iglesias locales que ya no los consideran «extranjeros».

Prácticas

  • Involucramiento con la iglesia: En última instancia, la misión pertenece a la iglesia en cualquier contexto dado. Las organizaciones deben aprender a establecer relaciones con las iglesias sólidas y caracterizadas por la humildad.
  • Monetización de activos: Las organizaciones o el personal individual que poseen propiedades pueden generar ingresos alquilando espacio de oficinas o tierras de cultivo. Cobrar por formación y consultoría también puede proporcionar ingresos al personal local.
  • Permitir ingresos suplementarios: Permitir que el personal tenga un trabajo paralelo puede ayudar a reducir el estrés en el sistema. JUCUM tiene amplia experiencia en esto y ha desarrollado directrices útiles.[9]
  • Innovar: El pensamiento empresarial ha descubierto que los ministerios a menudo se pueden hacer a través de la creación de una empresa social o negocio local. Vale la pena explorar los negocios como misión (BAM).[10] 

Por ejemplo, la filial local de una misión keniana alquila oficinas a una iglesia local. También organiza un gran evento misionero anual junto con las iglesias. Con una carrera patrocinada, una feria y otras actividades, se recauda lo suficiente para financiar varios salarios locales.

Algunas preguntas clave para hacernos

  1. Reflexionar: ¿Qué supuestos y valores en torno a la financiación obstaculizan los cambios necesarios en nuestra organización? ¿Cómo podemos abordarlos al tiempo que hacemos partícipe al personal actual?
  2. Estructuras: ¿Qué aspectos de las estructuras actuales de nuestra organización son útiles y cuáles obstaculizan una participación más amplia y una mayor apropiación local, incluida la financiación del ministerio?
  3. Estilo de vida: Cada organización desarrolla inconscientemente un «estilo de vida» común. La sostenibilidad financiera puede verse favorecida por la reflexión sobre cómo funcionamos en materia de vivienda, viajes, cuidado de la salud, educación, etc.
  4. Discriminación: Dado que el modelo de sostén individual ha moldeado el espíritu de las misiones internacionales, ¿cómo identificamos y eliminamos la discriminación involuntaria contra colegas con otras fuentes de ingresos?[11]

El punto clave de estas reflexiones es que no nos limitemos a trabajar con un solo método, sino que fomentemos múltiples modelos con el objetivo de ser financieramente sostenibles en el futuro. Independientemente de los sistemas de financiación que utilicemos, la base sobre la que edificamos debe ser siempre la fe: «¡Alabado sea Dios, de quien manan todas las bendiciones!». ¡Que podamos encontrar modelos adicionales a través de los cuales esa bendición pueda fluir para que todos puedan participar en pie de igualdad!

Endnotes

  1. This article focuses mainly on evangelical parachurch mission organisations founded in the 20th century in the West, but I hope it will also be useful to other types of mission organisations.
  2. ‘Majority World’ refers here to what is also called the ‘global south’, ‘developing world’, or ‘emerging sending countries’.
  3. Tim Welch, New Funding Models for Global Mission; Learning from the Majority World (Pasadena, CA: William Carey Publishing, 2023).
  4. Ralph Winter, in his famous 1997 publication on the three eras in missions (Four Men, Three Eras), attributes the start of at least forty new mission agencies to Taylor.
  5. Brian Stanley, ‘Where Have Our Mission Structures Come From?’ Transformation Vol. 20, Issue 2 (January 2003): 39–46,  https://journals.sagepub.com/doi/epdf/10.1177/026537880302000104.
  6. See for example: Gina A. Zurlo, Todd M. Johnson, and Peter F. Crossing, ‘World Christianity and Mission 2020: Ongoing Shift to the Global South,’ International Bulletin of Mission Research Vol. 44, Issue 1 (January 2020): 8–19, https://journals.sagepub.com/doi/epub/10.1177/2396939319880074.
  7. For a deeper dive into the biblical principles of fundraising, see Conley Owens, The Dorean Principle: A Biblical Response to the Commercialization of Christianity (Dublin, CA: FirstLove Publications, 2021).
  8. Para una revisión crítica de la tendencia a convertir los ministerios en proyectos, véase mi artículo “La proyectización de las misiones” en el Análisis Mundial de Lausana, marzo 2022.
  9. YWAM is quite strict in ensuring that the business or side job does not jeopardise the ministry: Business and YWAM
  10. A good start would be the Lausanne Business as Mission Network page (en español).
  11. Nota del editor: Ver el artículo “Develar la discriminación en las misiones”, por Kirst Rievan in el Análisis Mundial de Lausana, enero 2021.

Biografía del autor

Kirst Rievan

Kirst Rievan (seudónimo) y su esposa provienen de Europa, pero viven en Asia desde hace más de 25 años. Kirst dirige en Asia y el Pacífico una organización mundial de desarrollo basada en la fe. Kirst es doctor en misionología por Biola University, pero se considera un practicante reflexivo y un compañero de aprendizaje, no un experto.